martes, 17 de noviembre de 2009

NUESTRA HERMANDAD RECIBE UN CRUCIFIJO DE SAN DAMIAN




Ayer 17 de Noviembre a las 19:30 h. de la tarde en la Parroquia de San Martín tuvo lugar la celebración eucarística en honor a Santa Isabel de Hungría, una de las primeras, entre los muchos santos, cuyas vidas fueron moldeadas por el ejemplo y la espiritualidad de san Francisco de Asís. Una seria investigación de las fuentes del siglo XIII, testifican claramente que santa Isabel era una franciscana en todo el sentido de la palabra, espiritual, canónica e intencionalmente y que es considerada verdaderamente como miembro de los franciscanos seglares. Una vez oficiada la misa por D. Pablo L. Armero García, párroco de San Martín se procedió a la entrega por parte de los miembros de la Orden Tercera del crucifijo de San Damián, un crucifijo cargado de simbolismo y que un día de otoño de 1205, mientras San Francisco de Asis oraba, el Señor le prometió que pronto daría respuesta a sus preguntas. A los pocos días, paseando por los alrededores de Asís, pasó junto a la antigua iglesia de San Damián y, conmovido por su estado de inminente ruina, entró a rezar, arrodillándose con reverencia y respeto ante la imagen de Cristo crucificado que presidía sobre el altar. Y, estando allí, le invadió, más que otras veces, un gran consuelo espiritual. Con los ojos arrasados en lágrimas, pudo ver como el Señor le hablaba desde la cruz y le decía: "Francisco, ¿no ves que mi casa se derrumba? Anda, pues, y repárala".
Tembloroso y sorprendido, él contestó: "De muy buena gana lo haré, Señor". Luego se ensimismó y quedó como arrebatado, en medio de la iglesia vacía. Fue tal el gozo y tanta la claridad que recibió con aquellas palabras, que le pareció que era el mismo Cristo crucificado quien le había hablado.
GRACIAS A LA ORDEN TERCERA POR ESTE GRAN REGALO, que lucirá en la recien estrenada capilla del Resucitado.

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